Se trata de un texto enmarcado dentro de los postulados del nuevo derecho: La constitucionalización de los códigos, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario, el Bloque de Constitucionalidad, el respeto al precedente, la filosofía analítica o del lenguaje profundo y la hermenéutica jurídica. Se plantea que el derecho ayuda a la emancipación ciudadana con la aplicación de los derechos fundamentales y garantiza las mayorías su deseo por una alimentación básica y por La Paz como valor superior contra la violencia. Se indica que la sentencia es al juez lo que la obra de arte es al artista, que el derecho como práctica social más que una ciencia es un arte y señala que el derecho exige un lenguaje preciso y requiere una Constitución pétrea. Reconoce con Dworkin que los Derechos Humanos son un triunfo político en manos de los individuos.