Sin duda uno de los factores actuales de discusión en el derecho penal lo constituye la interpretación del Principio de Legalidad frente a desafíos contemporáneos, como los crímenes internacionales, más aún, frente a graves violaciones de derechos humanos que ocurrieron en el pasado y son impunes en la actualidad. En esta realidad, los pilares del derecho parecen insuficientes toda vez que se requieren ejercicios y necesidades de justicia apremiantes; sobre todo si desde la frontera constitucional es imprescindible estudiar la posibilidad de realizar los reenvíos necesarios para asegurar su persecución.